Esta semana vamos a dedicar nuestro post a el velo pieza fundamental del vestido de novia. Como siempre hacemos vamos a ver una breve introducción de su origen. Posteriormente analizaremos los diferentes tipos de velos que puedes elegir para que forme parte de tu vestido nupcial. Es una difícil decisión porque dependiendo del modelo escogido conseguirás diferentes resultados.
A lo largo de la historia el velo en numerosas ocasiones a formado parte de la vestimenta femenina. Si nos remontamos muchos años atrás en Roma las mujeres se casaban con una túnica blanca y como complemento utilizaban un velo de color púrpura sobre su cabeza que sujetaban con una corona de flores. En anteriores posts ya vimos la evolución del vestido de novia y entre otras cosas descubriste que el vestido nupcial tal y como lo conocemos hoy en día tuvo un antes y un después a partir de la boda de la Reina Victoria de Inglaterra a mediados del siglo XIX.
El velo normalmente es del mismo color que el vestido y hoy en día prácticamente todos conocemos su significado de virginidad, inocencia, virtud… Dependiendo la zona geográfica o cultura este adopta una función. Por ejemplo, en la cultura arabe ocultaba la cara de la novia hasta finalizada la ceremonia, que era cuando el novio podía ver su cara. En Oriente las mujeres solteras lo llevaban como señal de modestia y las casadas como símbolo de sumisión.
Durante el siglo IV antes de Cristo, las mujeres durante la ceremonia lucían unos velos largos y translucidos de color amarillo, este llegaba hasta los pies. Va sufriendo variaciones a lo largo de la historia y es finalmente en Europa, concretamente en Inglaterra y Francia donde el color blanco pasa a utilizarse normalmente a finales del siglo XVIII.
Empecemos pues a ver que tipos de velo puedes elegir para tu vestido nupcial.
Un modelo corto y muy favorecedor, es el Velo Francés o Visera. Se sostiene a uno de los lados del rostro de la novia y normalmente están confeccionados de malla o red. Dara a tu look un toque vintage y muy glamuroso tan de moda actualmente. También pueden formar parte de un tocado o casquete.
Otro modelo corto es el Blusher, llega hasta los hombros, sus medidas están entre los 55 y 65 cm de largo. Su función es prácticamente la de cubrir el rostro de la novia. Muy apto para vestidos escotados y no muy recomendable si tu rostro es grande o redondeado.
Velo Elbow o de Puntas al Codo, de un tamaño superior al Blusher, entre unos 65 / 75 cm de longitud. Este modelo te cubrirá hasta la altura de los codos o de la cintura. Se suele sujetar detrás del peinado de la novia. Marca mucho el rostro y da un aspecto más informal. Perfecto si tu rostro es ovalado. Aconsejable para vestidos cortos.
Velo tipo fuente, ondulado y muy favorecedor, ideal para lucirlo junto a un vestido sin tirantes. Por ejemplo, un palabra de honor. Se recoge en la coronilla y cae sobre el rostro, es más corto por la parte delantera. Con el lograrás un look muy romántico y tradicional. Muy útil para disimular los hombros anchos.
Velo Capa o Velo hasta la punta de los dedos, entre 85 y 125 cm. Caen más o menos por detrás a la altura de las caderas y van a ayudar a que el cuerpo de la novia tenga más protagonismo. No es apto para novias bajitas o algo gruesas porque acortara mucho más tu figura.
Los modelos tal vez más utilizados es el tipo Vals, que llega a la altura de las rodillas o el tipo Capilla, más largo que el vestido de la novia. Si tu rostro es redondeado este es el modelo perfecto porque al caer sobre el conseguirás adelgazar las facciones del mismo. El velo hasta la altura de las rodillas es mejor utilizarlo con vestidos cortos y poco adornados.
Los modelos más largos son el Catedral, que mide 2,5 metros y normalmente se llevan con vestidos de cola larga y el Real; su medida mínima suele ser de 3 metros. Se inicia a mitad de la cabeza. Su forma suaviza las formas del rostro y es muy indicado para novias con facciones cuadradas.
Finalmente un modelo muy español, la Mantilla, normalmente confeccionada de tul, encaje, gasa o blonda, con detalles bordados en sus bordes. Se sujeta en la punta de la cabeza con una hebilla, que al estar en el centro ayuda a equilibrar los rasgos triangulares, cae sobrepasando la altura de los codos.
Hasta aquí nuestro recorrido, ahora ya sabéis por que es el velo pieza fundamental del vestido de novia. Nos vemos la próxima semana y ante cualquier duda, puedes consultarnos a través de nuestro blog o por cualquiera de nuestras páginas de Facebook, Google +, si resides en Valencia no dudes en pasarte por nuestro Atelier te atenderemos personalmente y sin ningún tipo de compromiso te asesoraremos sobre tu futuro vestido de novia y los mejores complementos para que estés radiante el día de tu boda.
Carlos Vera – Vera Atelier
